Aromas de los vinos Chardonnay
Si alguna vez has oído a alguien referirse a los diferentes aromas del Chardonnay francés ya sabrás que varían mucho de acuerdo a la zona donde se cultivan y a la época de recolección. Si la uva madura adecuadamente olerá a pan recién horneado, sin embargo si están verdes olerán a piña.
En los climas fríos los aromas son cítricos, apareciendo la pera o la acacia. Los de clima cálido adquieren aromas a frutas tropicales como mango, piña y melón, aunque pueden sentirse notas de especias o de caramelo. Con crianza en roble pueden aparecer aromas a vainilla, miel y mantequilla.
Mientras que a algunos de nosotros nos encanta la simplicidad de pedir al camarero un «Chardonnay, por favor» a otros no los atrae en absoluto. El Chardonnay tiene fama de ser un vino de iniciación límpido y oloroso como mantequilla y limones.
Chardonnay: La uva camaleónica
La uva Chardonnay crece bien en muchas regiones diferentes y es único en el mundo. Sus características de sabor varían dependiendo del clima. Esta uva tiene la capacidad de producir una gama tan amplia de características que
a menudo causa confusión en los consumidores, ya que no siempre ni huele ni sabe igual.
En los Estados Unidos, la mayoría de la gente asocia Chardonnay con texturas oleosas y aromas de vainilla debido a su experiencia con los vinos de California. Sin embargo, esto no sucede con los vinos Chardonnay producidos fuera de América.
Si pruebas un brillante Drouhin Meursault, notarás una gran amplitud de aromas como notas cítricas de limón, mantequilla, avellanas, manzanilla y miel.
Es de destacar que la mayoría de los Champagne, Cavas y otros vinos espumosos tienen las uvas Chardonnay dentro de su composición. Cuando un Champagne es elaborado exclusivamente con uvas Chardonnay se le conoce como un «blanc de blancs». Entre las marcas más famosas de Champagne podemos destacar el Moët & Chandon, Dom Perignon y Veuve Clicquot y entre los Cavas el Freixenet, Codorniu y Sumarroca.