Ribera del Duero, un valle de ensueño

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Aunque relativamente joven, el La DO Ribera del Duero se ha consolidado en sus 40 años de historia. Una denominación que se encuentra en la cuenca del río Duero (Castilla y León) y que gracias a la complejidad de su terruño, la severidad de su clima y una altitud que puede superar los 1.000 metros sobre el nivel del mar, obtiene una uva de extraordinaria calidad y vinos únicos reconocidos a nivel mundial. Todo un saber hacer en constante evolución para seguir elaborando vinos de alto nivel sin perder un ápice de personalidad.

Cuatro provincias, una gran Denominación de Origen

Teniendo en cuenta que cada DO corresponde a un territorio determinado, donde se elabora el vino con un tipo de suelo y unas condiciones ambientales determinadas y en unas condiciones de trabajo concretas, la DO Ribera del Duero está marcada por la influencia del río Duero?? Situada en esta cuenca, en la confluencia de las provincias de Burgos, Segovia, Soria y Valladolid (Castilla y León), con una longitud aproximada de 115 kilómetros y 35 de anchura, se encuentra un valle de origen sedimentario con diferentes capas geológicas formado por materiales sedimentarios fluviales?? Y es de esta variedad de rellenos diferentes de donde se extrae la complejidad de Ribera. Toda una riqueza de formaciones geológicas, formadas en su mayor parte por conglomerados arenosos que apenas retienen agua y ofrecen madurez y dulzura, y abundantes en sales calizas que le confieren elegancia, carácter y estructura. Todo ello conforma unas cualidades únicas que llevan muchas de sus elaboraciones al Olimpo de los vinos.

cuestión de altura

Si por algo destaca la DO Ribera del Duero es porque es una de las comarcas cuya los viñedos están situados a una altitud más extrema?? Cepas que tocan el cielo, entre los 720 y los 1.100 metros sobre el nivel del mar, y donde el clima se caracteriza por su severidad. Impresionantes fluctuaciones de temperatura entre el día y la noche y sequías prolongadas que, bajo el influjo de la experiencia, dan un fruto único y excepcional.

En la variedad está la especia

Sin duda, Tempranillo, o como se le llama Tinto Fino o Tinta del País, ha sido siempre la variedad estrella de la DO Ribera del Duero. Es responsable de las propiedades tan características de los vinos de esta región. Hoy ocupa ni más ni menos que el 97% del viñedo de Ribera. Sin embargo, no es el único. En menor escala se cultivan otras variedades como Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec y Garnacha Tinta. En cuanto a las variedades blancas, aunque menos comentadas, la Albillo Mayor es la reina.

subvenciones de tiempo

Hay varias formas de clasificar un vino, según el tipo de uva, su cultivo (ecológico, biodinámico…) o su denominación de origen. En el caso de la DO Ribera del Duero, sus vinos también se clasifican por su tiempo en barrica y botella antes de salir de bodega.

– Los vinos jóvenes son aquellos que no pasan por barrica. Son vinos en los que los aromas primarios a fruta son importantes, con tanicidad y acidez equilibrada. Son ideales para copas, con tapas y platos divertidos.

– Los vinos de roble son aquellos que pasan sutilmente por la madera. Es decir, al menos 3 meses. Y como los más jóvenes, acompañan cualquier momento de tapeo.

– Los vinos crianza pasan 24 meses en barrica de roble y botella, de los cuales deben pasar un mínimo de 12 meses en barrica. Son vinos bien estructurados con notas de frutos silvestres, especias y minerales. Se caracterizan por su versatilidad y son ideales para acompañar todo tipo de carnes y pescados grasos. En vinos blancos y rosados ​​el tiempo en barrica es de al menos 6 meses y un total de 18 entre madera y botella.

– Vinos reserva con una crianza de 36 meses entre barrica y botella y el tiempo mínimo en barrica es de 12 meses?? Son vinos más complejos con aromas de fruta madura, balsámicos y minerales y en boca son carnosos y potentes. Un vino pensado para grandes comidas gourmet. En blancos y rosados ​​el tiempo estipulado es de 24 meses con un mínimo de 6 en barrica.

– Los vinos Gran Reserva tienen una crianza de 60 meses, de los cuales un mínimo de 24 meses en barrica. Un vino muy especial que, gracias a su larga crianza, es potente, elegante, amplio y con mucho volumen. Por su complejidad, debe acompañar platos suculentos que resistan tanta estructura. En los blancos y rosados ​​vamos a 48 meses, de los cuales un mínimo de 6 pasan por barrica.

Todos estos cánones de calidad son los encargados de garantizar la autenticidad de un vino de la DO Ribera del Duero. Vinos únicos que aúnan la tradición con la vanguardia y que han convertido a esta región vitivinícola española en una de las más prestigiosas del mundo.

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